UNAS ELECCIONES Y UN CAFÉ
Cristiano Ronaldo en su etapa con el Sporting de Portugal |
Hoy en día
Cristiano Ronaldo es considerado como uno de los mejores jugadores del mundo
junto a Messi. Unos prefieren al portugués y otros al argentino, dependiendo de
los colores de cada uno, pero ambos quedarán como dos de los mejores de la
historia y los amantes del fútbol hemos tenido la suerte de verlos coincidir.
Pero uno de ellos estuvo cerca de vestir la elástica valencianista, y ese fue
el luso.
Corría la
temporada 2002/2003 y un talento empezaba a emerger en el Sporting de Portugal.
Ya su debut prometía, ya que a sus 17 años, después de una serie de regates y
bicicletas y con una velocidad y potencia descomunales para un chico de su
edad, marcaba un golazo contra el Moreirense. Era el 7 de octubre de 2002.
Primer gol de Cristiano Ronaldo como profesional
Debido a su edad,
tuvo actuaciones irregulares (25 partidos y 3 goles en la liga portuguesa) y
pecaba de individualista pero su calidad era evidente a poco que tocaba el
balón. Gracias a eso, llamó la atención de las secretarías técnicas de todos
los grandes clubes europeos y el Valencia no iba a ser menos, ya que por aquel
entonces venía de ser subcampeón de Europa en los dos años anteriores y de
ganar la Liga en ese mismo año.
Aquel fue un año
de transición en el Valencia y se vislumbraba otro momento convulso a nivel
social y deportivo. El equipo se había quedado fuera de la Liga de Campeones al
quedar 5º en la Liga y todo el valencianismo temía la marcha de sus estrellas.
Y para colmo, había una lucha accionarial encarnizada entre el empresario
Bautista Soler y el ex-presidente Paco Roig, quien se presentó con una campaña
llamada Cor i Força, con el apoyo de
antiguas estrellas como Kempes o Penev. Aquello desembocó en un simulacro de
elecciones (el Valencia es una Sociedad Anónima Deportiva, lo cual significa
que gobierna el que más acciones tiene, no quien consigue más votos en unas
urnas), en el que ambos empezaron a comprar acciones de otros accionistas a
600€ cada una, llegando incluso a los 1000€, una auténtica barbaridad, para
tener el mayor número de títulos y conseguir el poder.
Paco Roig and Juan Soler |
Y como en todas
las elecciones en clubes de fútbol, empezaron a surgir nombres de futuribles
para el club. En esas, Paco Roig, gracias a su amistad con el emergente
representante portugués Jorge Mendes, consiguió una opción preferente por dos
perlas del Sporting de Portugal: Ricardo Quaresma y el ya mencionado Cristiano
Ronaldo, ambos en pack por unos 9 millones de euros, una ganga viendo el
rendimiento del de Madeira. La única pega era que el acuerdo tenía fecha de
caducidad, el 30 de mayo de 2003, y aquellos comicios se celebrarían a mediados
del mes de junio.
Aún así, el
Sporting y Mendes respetaron aquella circunstancia y decidieron esperar al día
en el que se conociera al ganador. Por suerte o por desgracia, Paco Roig salió
derrotado y la campaña de Bautista Soler logró comprar más acciones, alzándose
con el poder. Soler decidió continuar confiando la presidencia a Jaume Ortí, a
pesar del poco mando que tenía éste.
Aquella opción de
compra caducó, y a pesar de que la nueva directiva intentó firmar a Ronaldo,
llegando a los 6 millones más la cesión del uruguayo Diego Alonso, el club
lisboeta rechazó la propuesta y la historia ya es conocida por todos. Ronaldo
se quedó en el Sporting hasta que en un amistoso que jugaron los portugueses
contra el Manchester United en el mes de agosto de 2003, con motivo de la
inauguración de su nuevo estadio, el nuevo José Alvalade, el luso firmó un
partido fantástico y dejó maravillado a Sir Alex Ferguson, el técnico del
conjunto británico, que no dudó en desembolsar unos 15 millones de euros por el
jugador. Por otro lado, Ricardo Quaresma terminó fichando por el FC Barcelona,
pagando el club azulgrana 6 millones de euros por él, aunque su aventura
española sólo duraría una temporada y terminaría dando tumbos, pasando por
Italia, Turquía, Inglaterra e incluso los Emiratos Árabes, aparte de jugar en
dos etapas con el Porto en la liga portuguesa.
Pero la historia
no terminaba ahí. En el año 2006, el Valencia logró volver a la Liga de
Campeones después de dos años ausente. Con dinero fresco (que luego resultó no
serlo) y con una ambición desmedida, el club decidió que tenía que hacer un fichaje
de relumbrón. El equipo ya se había reforzado con internacionales españoles
como Morientes y Del Horno y el retorno de David Silva, y quería dar un golpe
de efecto. La maquinaria se puso en marcha y las posibilidades se redujeron a
un solo objetivo: Cristiano Ronaldo. Tres años después de haberlo podido
fichar, Ronaldo ya era un jugador consagrado, con solo 21 años, y con un precio
prohibitivo, por no hablar de la más que probable negativa del Manchester
United para negociar ya que un club de ese calibre no tenía la necesidad de
venderlo.
Aún así el
Valencia decidió intentarlo y el mismo presidente Juan Soler se hizo cargo de
las negociaciones de manera personal. El club consiguió que Jorge Mendes y el
propio jugador escucharan la propuesta del club, lo cual muchos medios como el
periódico Superdeporte, interpretaron que el jugador había dado el sí al
Valencia.
Portada de Superdeporte anunciando que Cristiano Ronaldo había aceptado la oferta del Valencia |